¿CÓMO REDUCIR EL DÉFICIT?
El déficit se genera cuando el gobierno gasta más de lo que le ingresa; para tapar ese "hueco", antes de la dolarización se usaban dos medidas: una, era emitir más sucres, lo que ocasionaba la devaluación de esa moneda y generaba inflación, que de hecho era un impuesto que pagaba la población ajustándose el cinturón todos los meses.
La segunda medida era el endeudamiento agresivo, haciendo crecer la deuda externa ante los organismos multilaterales y el famoso Club de París a niveles insostenibles y tomando prestado de las reservas del Banco Central o metiéndole la mano al IESS, poniendo en riesgo los depósitos privados del encaje en el BCE y llevando al Instituto al borde de la bancarrota.
Con la dolarización, los gobiernos ya no pueden emitir más, entonces se han dedicado a tomar más y más deuda para cubrir el déficit que las malas gestiones anteriores les dejan y su propia incapacidad e irresponsabilidad hace crecer, "pateando la pelota hacia adelante"; ese camino está llegando a su fin, porque por más que retrasen el pago de obligaciones y pidan préstamos al FMI para pagar deudas viejas adquiriendo nueva deuda, un día hay que pagarlas y como los fondos siguen bajando y la situación política y de inseguridad es crítica, el riesgo país supera los 2.000 puntos y hace inviable endeudarse a tasas de interés que superarían el 20%.
Por tal razón y ante la necesidad de afrontar mayores costos para atender la seguridad, el gobierno quiere utilizar una tercera vía para cubrir el déficit, la elevación del IVA al 15%, que le generaría ingresos por al menos 1.300 millones de dólares, mientras el déficit total es de 5.600 millones de dólares.
El incremento del IVA carga sobre las espaldas del pueblo el pago de una parte del déficit, en especial sobre los más pobres; economistas serios estiman que un IVA del 15% representará una merma en los ingresos del 4% sobre el salario básico, considerando la parte del consumo que paga IVA.
Pero hay otras maneras de cerrar el déficit, que es necesario implementar:
1. Reducir la evasión de impuestos y cobrar a los deudores de esos tributos, empezando por el grupo empresarial del mismo Presidente.
2. Reducir el gasto público, eliminando ministerios y otras entidades inútiles, así como optimizando personal y trámites en los ministerios restantes.
3. Parar el robo en las arcas públicas; el BID calcula que la "ineficiencia del gasto público", léase corrupción en nuestros países equivale al 7% del PIB, es decir, sin corrupción no solo que no habría déficit sino que habría superávit.
4. Generar más ingresos por la vía de incrementar la extracción petrolera y atraer inversión; pero, la mayoría decidió cerrar la explotación del Yasuní y con esta situación de inseguridad, la inversión extranjera no viene sino que se va.
Una economía sana debe tener capacidad de ahorro e inversión y no estar todo el tiempo sobre endeudada y peor, en vez de contraer deuda para proyectos de inversión que generen ingresos o atiendan urgentes necesidades sociales, se toma deuda para pagar sueldos a una burocracia cuyo gasto no deja de crecer y ahoga al sector productivo.
Desde Acción por el Cambio creemos en una economía de superávit, ahorro e inversión y no en una de déficit, derroche y endeudamiento.
Se necesita una reforma tributaria integral, que amplíe la base de contribuyentes y pare la evasión, antes que subir el IVA; se requiere reducir el tamaño del Estado en los entes burocráticos innecesarios, ponerle freno a raya a la corrupción, atraer la inversión en petróleo y en otras áreas de la economía, en especial para impulsar las agroexportaciones generadoras de ingresos y empleos.
Acción por el Cambio cree que todos debemos contribuir con el cumplido pago de impuestos y más aún en una crisis como la actual, pero si no se ataca el problema del déficit de una manera integral y justa, si se sigue derrochando, si siguen evadiendo y robando, no habrá IVA que aguante.
El cambio que se necesita es un cambio cultural y ético para que la economía mejore.
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