Sin contar las muertes de la masacre de Esmeraldas, en los primeros 100 días del año se han registrado 1.826 muertes violentas, esto es 18,2 al día, si esto no es una guerra entonces qué es?
El año pasado, para estas mismas fechas, eran 10 muertes violentas al día y terminó el 2022 con la espeluznante cifra de 4.603 muertes violentas, esto es 12,6 al día.
Si se aplicara la regla de tres, al final del 2023 habrían no menos de 6.665 muertes violentas, pero las estadísticas demuestran que en el último trimestre de cada año, la violencia se incrementa por lo que es previsible que si no se hace algo diferente a lo que esta recua de ineptos dizque hacen, vamos a terminar el año por encima de las 7.500 muertes violentas o sea 20,5 al día.
En el puerto pesquero de Esmeraldas, los pescadores pagaban la "vacuna" a un banda y decidieron cambiarla por otra mafia de extorsionadores, entonces, los primeros se vengaron masacrando a gente inocente.
Lo que ocurre en el país es de una especial gravedad, pero a otra escala es similar, es una pelea entre mafias por el territorio Ecuador: el cártel de Sinaloa que financia al correísmo versus el cártel de los albaneses que penetró al gobierno y en el medio, el pobre pueblo muerto de miedo y sin entender "la mano que mece la cuna".
La maltrecha democracia ecuatoriana se ha convertido en una mafiocracia y nuestro deber patriótico es recuperar la democracia que nos legó Roldós, la democracia de la dignidad y de la decencia.
Que estemos todos claros, no vamos a defender a ninguna mafia, ni en el gobierno ni en la oposición, nos sumamos ya no al clamor popular sino al grito del pueblo: de una vez por todas que se vayan todos!
No podemos, porque así nunca se va a solucionar el problema de la inseguridad, pensar que las mafias en el poder van a acabar con las mafias en las calles.
La solución no puede estar en manos del problema, hay que devolverle el poder al pueblo en las urnas para que enmiende el error repetido de los últimos años, votar por lobos mafiosos disfrazados de mansos corderos de izquierda o de derecha.
El futuro no va a ser el pasado, el cuarto de hora del correísmo y del lassismo ya pasó, en particular a este gobierno ya el pueblo le hizo un despido intempestivo con el No en la consulta del 5 de febrero, pero se aferra con uñas y dientes a la troncha del poder y con eso lo único que hace es alargar y agravar la crisis, porque igual sus días están contados, ya estamos en el principio del fin, lo que se discute es la duración de la agonía.
El Ecuador de la dignidad, la parte sana de la sociedad con sentido democrático y pluralista, sin dogmatismos ni sectarismos, vamos a construir un futuro diferente con humanismo, sentido común y ética, para enfrentar en las urnas a todas las mafias y ganarles esta guerra con ideas y a bala, porque no existe otra manera.
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